El libro se centra en la imagen y el modo de ver, pues entienden tal hecho como una experiencia. En todo momento se recuerda al lector la importancia de la visión, pues llega antes que las palabras y determina nuestra manera de desenvolvernos en la realidad que nos rodea.
Nosotros mediante la observación construimos nuestra realidad. Un pintor crea un cuadro y al contemplarlo interpretamos la visión que nos ha querido transmitir ese autor. El arte nos otorga el placer de poder contemplar el pasado actuando sobre nosotros y creando a su vez un sinfín de sensaciones.
Con la creación de la cámara cambio la visión de los hombres hacia el arte haciendo influencia en la nueva pintura. Y más tarde la televisión logró llevar las obras a los telespectadores rompiendo así la unicidad de las imágenes. Una obra de arte al ser única genera un valor monetario alto, en la sociedad se paga por poseer la exclusividad, esto primero al alcance de muy pocos y para el resto de la sociedad tendrán que acudir a las reproducciones de esa obra.
En la actualidad el arte pasado ya no existe como existió, y debemos conservar todo ese arte de esta forma seremos una sociedad más enriquecida.
El valor económico del arte nos lleva a la publicidad que gobierna el consumismo de hoy en día, esta publicidad es un conjunto de imágenes que quieren otorgar al espectador el deseo de poseer y necesitar el objeto anunciado, mientras que el arte mostraba lo que ya poseía.
Se busca evadir al hombre de su realidad y evocarlo al consumo de ese objeto y a su vez desviarlo de su problema real y generar insatisfacción con su vida lo que lleva a una ansiedad.
La publicidad nos propone libertad, la opción de la transformación de nosotros mismos y de nuestras vidas, convirtiéndonos en seres envidiados, pues nos ofrece la idea de lo que podríamos llegar a ser, la felicidad vista desde fuera.
Por otro lado se analiza la confianza y credibilidad que nos aporta la publicidad gracias a recurrir a imágenes y recursos tradicionales ( pasado) para vender la felicidad futura.
Los autores se atreven a afirmar la idea de que la publicidad es una especie de sistema filosófico, pues interpreta al mundo. Y en esa interpretación, si nos detenemos a analizar el mundo real, nos damos cuenta del choque de contrastes.
Esta es la realidad actual, el capitalismo.
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