lunes, 14 de noviembre de 2011

TEMA 10: La Educación artística no son manualidades.

“Pasos del currículum–placenta.”


En algo menos de dos años seremos maestras; hemos hecho muchas aplicaciones didácticas, guías… Sin embargo, la mayoría de nosotras no nos hemos puesto nunca frente a una clase con la enorme responsabilidad de que ésta dependa de nosotras.
El texto de María Acaso, nos invita a una reflexión de lo que hace falta para llevar a cabo la difícil tarea de enseñar, ayudándonos a diferenciar la pedagogía tóxica de la pedagogía placenta y enseñándonos a mejorar el sistema educativo de hoy en día.
Todo trata de cambios. Hasta ahora el alumno ha sido un sujeto pasivo, que se dedica a recibir lecciones magistrales no significativas en su aprendizaje, basado en una enseñanza impersonal, aburrida y en la que sólo se valora el fin.
Pues bien, para todo esto, la autora del texto nos expone una serie de fases para enseñar:
1.     Manifestarte; Debemos saber en qué modelo educativo nos basamos, qué vamos a seguir, dar una propia imagen a nosotras mismas  y a los otros de cómo va a ser nuestra enseñanza.

2.     Encuadrar; Detectaremos los diferentes contextos en los que desarrollaremos nuestro trabajo, ya que las ciudades ni pueblos son semejantes entre ellos, ni nuestros alumnos, al igual que el tiempo también influye (no es lo mismo dar una actividad al principio que al final de la jornada, con más o menos luz, más o menos cansancio.. por ejemplo.)

3.     Fijarte metas; A diferencia de antiguas creencias y posiblemente otras asignaturas,  que marcaban objetivos a fin de crear conocimientos iguales entre individuos, falsos conocimientos, únicamente aplicables a la vida académica la expresión plástica, se basa en el “objetivo expresivo” acuñado por Eisner, cuyos objetivos llegan a aplicarse en la vida real del niño.
La autora nos  facilita en este apartado diferenciar meta de objetivo, mientras el primer término significa “fin a que se dirigen las acciones o deseos de una persona” el segundo se queda en el fin o intento.

4.     Contenidos;  Junto a los objetivos, son los dos grandes pilares de la educación. María Acaso nos expone que los profesores hasta ahora han tenido miedo de incluir ideas propias, se han limitado a componer sus contenidos a través de organismos superiores sin grandes cambios para no modificar nada. Diferencia en este apartado los contenidos de la pedagogía tóxica, divididos en: Orales, textuales y visuales, y los conten(idos) placentarios: Reflexivos, Vitales autoseleccionados, cultura visual, metanarrativas e hiperrealidad.

5.     ProceSOS; No llamados metodología para no confundir con la pedagogía tóxica, y centrarnos en un dinamismo que aquélla no posee. La novedad consiste en no crear terror, ni amenazar con calificaciones, sino crear un ambiente relajado donde lo importante sea el aprendizaje y no la evaluación.
Mientras que la pedagogía tóxica emplearía una lección magistral, los procesos placentarios consistirán, entre otras, en utilizar un lenguaje familiar, fomentar trabajo en grupo y uso de nuevas tecnologías, una “lección horizontal” que da paso a una educación más democrática sin resultados concretos.

6.     Boomerang; La evaluación, hasta ahora proceso unidireccional, se va a convertir en otro de múltiples respuestas, que lo dejará en mantillas. La autora nos hace unas recomendaciones para poder ejecutarlo correctamente:
a) Motivación intrínseca (Bain, 2006)
b) Perseverancia frente al talento innato (Bain, 2006)
c) Técnicas cualitativas frente a cuantitativas.

Llegando a una evaluación del estudiante en el que él mismo practicará entre otras, una autoevaluación, evaluación compartida, y cuaderno de bitácora. La acción no finalizará aquí, sino que el profesor debe hacerse la misma evaluación que la que se ha practicado el discente.

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